Se define como los aspectos
del proceso que deben ser medidos en cada nivel de objetivo. Las actividades se
relacionan con la gestión que realiza el programa, de la misma manera que los
componentes se vinculan a la generación y entrega de los productos o servicios. El propósito se refiere a los resultados
concretos del programa, mientras el fin comprende el efecto de éste sobre un
objetivo de mayor alcance a largo plazo.
En
las actividades se deben medir los procesos que realiza la institución para
generar los productos.
En
los componentes se miden la producción, la entrega y las características de
todos los bienes y servicios que se otorgan directamente a los beneficiarios.
En el propósito, los indicadores deben enfocarse a
medir los resultados del programa en la solución de una problemática social
concreta.
Los indicadores del ámbito de
desempeño deben permitir determinar los resultados alcanzados por el programa
en la resolución de dicha problemática.
En
el fin se busca medir el efecto dela intervención del programa, verifican los
impactos sociales o económicos a los que contribuye el programa.
La
solución de objetivos del fin es a mediano plazo y necesita la coordinación de
varios programas o instituciones para cumplirse.

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